Poca experiencia frente a aprendizaje rápido
Ciertamente, los desarrolladores junior pueden tener un historial limitado. Aun así, suelen mostrar un mayor grado de adaptabilidad en comparación con los profesionales más experimentados, adoptando nuevos conceptos con facilidad e integrándose en nuevos entornos con mayor eficacia. Esto contrasta con los profesionales maduros, que pueden ser menos flexibles a la hora de cambiar sus métodos de trabajo establecidos.
Además, aunque los desarrolladores junior requieren cierta formación inicial, sus nuevos conocimientos procedentes de programas de educación o formación recientes pueden reducir la necesidad de una costosa actualización de conocimientos.
Aparte de eso, es importante distinguir entre "falta de experiencia" y "falta de capacidad". Muchos desarrolladores noveles aportan sólidos conocimientos contemporáneos procedentes de actividades académicas, bootcamps y proyectos personales. Además, la antigüedad en el sector no siempre se corresponde con la experiencia o las habilidades actualizadas.
Necesidad de supervisión frente a procesos y normas establecidos
Existe la idea errónea de que la incorporación de desarrolladores junior requiere una supervisión exhaustiva. Aunque los jóvenes talentos se benefician de la orientación en la transición a sus funciones, equiparar su necesidad de orientación con una supervisión constante es un error de apreciación. Aunque todos los profesionales, independientemente de su nivel de experiencia, prosperan con la tutoría, no se trata de una supervisión perpetua, sino de establecer una comunicación y unas expectativas claras que no dejen espacio para la controversia y los silos de información. Mediante la programación en parejas, las revisiones de código y la formación específica, los juniors pueden acelerar su trayectoria laboral y, con el tiempo, sentirse libres para ser mentores de nuevos talentos.
Falta de preparación para las convocatorias de la vida real frente al estudio intensivo
Se argumenta que los entornos académicos o controlados en los que se forma a los desarrolladores noveles no les preparan adecuadamente para las situaciones del mundo real. Este punto de vista pasa por alto a muchos desarrolladores noveles que se encuentran con intrincados retos en su viaje de aprendizaje, ya sea a través de hackathons, prácticas o proyectos personales. Estas experiencias pueden ser sorprendentemente ricas y diversas, y ofrecen exposición a problemas del mundo real, trabajo en equipo y plazos de entrega de proyectos. A lo largo de los estudios, también se enfrentan a retos que requieren la resolución creativa de problemas, la gestión del tiempo y la adaptabilidad, habilidades muy valiosas en cualquier entorno profesional.
Eslabón débil del equipo frente a la integración en los procesos
La preocupación de que los desarrolladores junior ralenticen el ritmo de un equipo es habitual. Sin embargo, con una incorporación eficaz, tutoría y la asignación de tareas adecuadas, pueden integrarse perfectamente en el flujo de trabajo. Su entusiasmo y ganas de contribuir pueden ser contagiosos y animar a todo el equipo a implicarse más en sus tareas. Además, explicar conceptos a los desarrolladores junior puede ayudar a reforzar y aclarar estos conceptos a los miembros más veteranos del equipo, lo que conduce a una comprensión más profunda y a mejores prácticas.
Aunque los desarrolladores junior tienen necesidades específicas, como orientación y tiempo para aprender, sus beneficios potenciales -incluidas nuevas perspectivas, adaptabilidad y un gran afán de aprendizaje- pueden compensar con creces estas inversiones iniciales.
